Filosofía pone en duda el teatro tradicional

El Aula de Cultura de la Facultad de Filosofía cierra su Semana Cultural con la obra de teatro Rosebud. 

Publicado en el nº O de El Megáfono de la FCom

El elenco de actores saludando al público. Más fotos en El alfeizar de la Atalaya.
Hay cultura en la Universidad de Sevilla más allá del CICUS. Lo demuestran día a día las Aulas de Cultura, que con más imaginación que recursos acercan a los universitarios otra formas de ver y entender el mundo y la vida.
La última en hacerlo ha sido el Aula de Cultura de las Facultades de Filosofía y Psicología, que con su obra teatral Rosebud te espera, ponía el colofón a su Semana Cultural. Historias disparatadas, personajes dislocados y patéticas escenas componían una obra única. Toda escenificación tiene cierto grado de irrepetible pero esta, por más que lo desease el reparto, es imposible de volver a realizar puesto que todo era un gran ejercicio de improvisación. A lo largo de dos horas, los seis actores teatralizaron sin más guión que su imaginación, con un único patrón claro, el tiempo. Cada diez minutos aproximadamente un silbato sonaba y marcada el fin de una escena y el comienzo de la siguiente. A pesar de la inconexión entre ellas, todas las escenas tenían inicio, desarrollo y final y por tanto de todas podía sacarse una interpretación, la que al espectador le placiese.
Este era el objetivo, según nos relató Luis Sosa Berlanga, del Aula de Cultura. Hacer partícipe al público en el espectáculo, de forma que cada espectador vio algo distinto a los demás. Así pues, Rosebud te espera supuso una forma innovadora de romper con los esquemas tradicionales del teatro, la ruptura de la cuarta pared llevada a su máximo apogeo. Esto entra en conexión con el Teatro Invisible, una vertiente del Teatro del Oprimido desarrollado por Augusto Boal. Un teatro que no parece teatro, que da libertad a los actores para expresarse con naturalidad con el público. Y aunque los, lamentablemente, escasos asistentes quedaron petrificados por la incertidumbre, a la espera de un nudo gordiano que uniese tantas locas escenas, las carcajadas abundaron.
Rosebud te espera, un mes de preparación por parte de jóvenes filósofos cuya recompensa ha sido la puesta en tela de juicio de los esquemas teatrales imperantes. Una obra generadora de dudas entre los espectadores pero ¿acaso no es la duda metódica lo que hace avanzar a toda ciencia y arte?  

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