Ana y su Trouppe cosechan un nuevo éxito con su Shakespeare


Una vez más, y ya van unas cuantas, el taller de teatro Ana y su Trouppe: por amor a las tablas nos deleitaba el 21 y el 28 de abril con su trabajo. En esta ocasión con su nueva adaptación, El sueño de una noche de verano, del desconocido escritor inglés William Shakespeare.

Hace más de cuatrocientos años, Shakespeare ya nos contaba una historia a medio camino entre la realidad y los sueños, donde lo humano y lo divino se unen al punto de no saber discernir lo uno de lo otro. En esa historia el ateniense Teseo y la amazona Hipólita se casan. Ese amor consolidado tiene su contraposición en Hermia y Lisandro. Unos jóvenes enamorados cuyo amor no cuenta con el beneplácito de padre de ella, Egeo, que la quiere desposar con Demetrio, que sin embargo es amado por Elena. Además, un pintoresco grupo de artesanos de la ciudad, emocionados con la boda, deciden hacer sus pinitos en teatro. Paralelamente a toda esta esfera humana se encuentra la divina. Oberón está de riñas con su esposa, Titania, a consecuencia de quién es el amo de un paje deseado por ambos. 
Si ya desde el ámbito profesional enfrentarse a un Shakespeare es tarea ardua, mucho más desde el amateur. Sin embargo, tras enfrentarse a El fantasma de la ópera, Jesucristo Superstar y Caperucita Roja,el grupo de Ana y su Trouppe buscaba dar un paso más. Y no han tropezado ni mucho menos. 

La puesta en escena fue humilde, como es natural, pero no por ello menos trabajada y apropiada. El escenario era simple pero cumplía sobradamente su función, si bien es cierto podría haberse mejorado algo para evitar la brusquedad de ver a actores tumbados en el suelo. La iluminación correcta pues sabía adaptarse a cada situación del relato, siendo más tenue en las escenas de bosque, como era preciso que fuera. Y con diferencia, el punto más a favor de la puesta en escena fue el vestuario. Todos lucieron vestimentas acordes a su papel, sin anacronismos ni descuidos, por lo que la caracterización fue muy buena. Destacable en este apartado son los trajes de las hadas, que sin dejar de ser vistosos no eran incómodos ni petrificaban a las actrices que los lucían. Y con diferencia, el vestido que se llevó la guinda fue el de Titania, majestuoso a la par que hermoso, como corresponde para una reina de las hadas. 
La obra nos ofrece una interpretación fresca y amena, con mucho humor y la habitual ruptura de la cuarta pared a la que ya nos tiene acostumbrados este grupo teatral, con los personajes paseando junto a las butacas, aunque no deja de ser una ruptura tímida pues no hay diálogo entre actores y espectadores. 
Aunque algunos personajes estuvieron ligeramente sobreactuados, la mayoría de ellos son verdaderamente convincentes. Destacable es el papel de Puck, que con su presencia de show-man actúa de hilo conductor humorístico poniendo sonrisas a lo largo de toda la obra. 
Las piezas clave de la obra, los cuatro enamorados, son interpretados con destreza por cuatro habituales en el taller de teatro. Hipólita y Teseo, aunque no aparecieron demasiado por escena, los encargados de ponerse en su piel supieron darle ese toque aristocrático y magnánimo tan apropiado para estos papeles. Oberón se vio representado con gran potencia sin embargo Titania apareció algo empequeñecida ante él no por una mala interpretación sino por una presencia rebajada en el texto. El quinteto de metateatro formó un grupo muy bien conbinado y coordinado sobre el que recae la importante tarea de hacer reír al público, algo que lograron sin lugar a dudas. Y como no hay papel pequeño, las componentes del séquito de Titania sin necesidad de grandes diálogos le dan gran dignidad.  


Ana con algunos actores. 
Entrevista a Ana María Bauzan, Directora del Taller de Teatro "Ana y su Troupe".
Una vez terminada la obra del día 21, un servidor subió al escenario para saludar y felicitar a los actores y hablar con su guía material y espiritual, Ana Mª Bauzan, una antigua maestra escuela que en su afán por enseñar se ha metido ahora a directora de teatro. Una demostración más de lo instructivo que puede ser este arte en permanente crisis. 

LSYMI: ¿Cuánto habéis tardado en realizar la obra?
Ana: Escribirla tardé, no se decirte un tiempo porque lo hago en ratitos de ocio. Se ha ido modelando poquito a poco sobre la marcha con los ensayos de ellos. Está escrita por mi y me tenía que sonar bien porque soy directora y libretista. Y desde octubre estoy ensayandola con ellos. Nosotros llevamos trabajando en la obra aproximadamente un año completo. Ten en cuenta que ellos solo ensayan conmigo viernes y domingos dos horas. No hay más. 

LSYMI: ¿Cuál es la principal diferencia respecto de vuestros anteriores trabajos?
Ana: Me gusta dar un pasito más. En la próxima vas a alucinar, cantan ellos mismos, hay coreografía y hay un pedazo de escenario impresionante. No voy a decir nada más para que no se nos gafe. Esa es la ilusión. Aunque antes a lo mejor es posible que de aquí hasta que la estrenemos hagamos una repetición porque nos salen muchos amiguitos para ser solidarios. Porque la siguiente tengo que cojerla, sacudirla como un conejo y ponerla como a Ana le gusta. 

LSYMI: ¿Dónde van a parar los fondos que habéis recaudado con este estreno?
Ana: Al propio taller porque la siguiente obra nos va a costar un pico. Ten en cuenta que son escenarios más elaborados, no tan burdos como estos por muy bonitos que sean, y va a llevar tiempo. Además los niños tienen que templar voces, quiero que una escuela de danza me haga coreografías. Hay chicos que se van hay chicos, otros que vienen nuevos pero yo siempre estoy aquí, incombustible.

LSYMI: ¿Cuál es la dinámica de trabajo diario que lleváis?
Ana: La dinámica es reuniones viernes y domingos, ensayo ensayo ensayo y técnicas de logopedia para proyectar la voz. Yo como tengo nódulos en la garganta pues les enseño a ellos para que no los tengan. Tengo de todo, tengo cómicos, una decoradora que es esta niña, una artista de lápiz. Tengo gente muy buena. Y luego esta Fran. Fran para mi es mi mano derecho. Lleva la música, sabe cuando ponerla, lleva a los niños, realiza y produce.  En definitiva, a lo que más tiempo le dedicamos es a ensayar, para que no se pisen.

LSYMI: ¿Porque lo más importante no es la espectacularidad sino que aprendan?
Ana: Claro. Ese es el objetivo. Yo estoy educando. Por eso no hay un taco, una palabra soez, y se han muerto de risa y no me he tenido que meterme con nadie. Conmigo leen. Se leyeron Caperucita, la versión antigua de Perrol. Y ahora se han leido Shakespeare. Se han conocido toda la mitología griega, las costumbres. Todo educación y valores. Yo maestra, educadora hasta que me muera.  

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