Los nueve años que duro esta democracia republicana, fueron posiblemente años turbulentos, de grandes cambios, pero dedicados a transformar a un país hundido en la opresión y la miseria. Sin embargo, el sueño español se desmorono cuando el ejercito, que había jurado lealtad y protección a la bandera tricolor española y a sus ideales, se sublevo y se levanto en armas contra un indefenso pueblo de campesinos y obreros, que poco o nada sabían de armas o batallas, pero que lucharían hasta el último aliento por su libertad, por su vida y por su patria.
Así transcurrieron tres largos años, años interminables, repletos de sangre y muerte en un país ya ensangrentado y moribundo antes de la guerra, meses y meses de radicalismos por ambas partes, hasta que un día, se hizo el silencio, pero no un silencio de tranquilidad, sino de miedo y terror, los días oscuros habían vuelto para España...
Así transcurrieron tres largos años, años interminables, repletos de sangre y muerte en un país ya ensangrentado y moribundo antes de la guerra, meses y meses de radicalismos por ambas partes, hasta que un día, se hizo el silencio, pero no un silencio de tranquilidad, sino de miedo y terror, los días oscuros habían vuelto para España...
Durante cuarenta años, un dictador controlo el destino de un país y todos sus ciudadanos, impidiendo y recortando las libertades más fundamentales, años en los que miles y miles de auténticos y patrióticos españoles tuvieron que marcharse de su tierra y de su hogar y ganarse la vida, resignados a comenzar de nuevo, hasta que la pesadilla hubiera acabado en sus lugares de origen. Y después de semanas de agonía, la pesadilla acabo, y la democracia volvió a un país torturado y obligado a arrodillarse, pero que una vez que se levanto, se levanto tan orgulloso como ese magnifico 14 de Abril de 1931, año en el que se deshizo del absolutismo borbónico.
Esta es nuestra Historia, nuestra Democracia y nuestra Libertad dependen de que permanezca en nuestra Memoria.
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