Defensa de los Animales sin sensacionalismo

El poder de las redes sociales para movilizar a las personas por una causa justa se ha visto sobradamente demostrado a raiz de multitud de ejemplos, el más famoso la mismísima Primavera Árabe, sin embargo es evidente también que las redes sociales son medios a través de los cuales lanzar bulos o desinformar es algo tremendamente sencillo. Como muestra de ello el siguiente caso: a mi perfil de Tuenti me llega un evento, multitudinario, con el siguiente texto:
¡¡Estos dos hijos de p*** matan a los perros ahorcandoles!!
¡¡¡SE PIDE MAXIMA DIFUSION PARA QUE LES PUEDE COGER LA POLICIA!!!
La incidencia sobre los sentimientos de la gente es brutal, al punto de que este evento, creado en febrero de 2011 aun esta recibiendo hoy cientos de mensajes. 

Pero es que resulta que igual que el evento esta bastante desfasado también lo esta el hecho al que hace referencia. Con tan solo escarbar minimamente descubró que este acontecimiento ocurrió en Argentina, en la región de Corrientes, en febrero de 2011, siendo averiguada ya la identidad de los individuos fotografiados e incluso habiendose convocado una manifestación por parte de una organización local defensora de los animales para denunciar este hecho. Al parecer, según informa Perros SOS, eran dos cantantes argentinos que, según se informa en este blog, negaron en su día cualquier implicación con el asesinato animal y demostraron un gran arrepentimiento por haberse fotografiado en actitud claramente burlona con los cadáveres de ambos seres vivos. Sin embargo no queda aquí esta historia. Según informa el portal Taringa esta versión de los hechos sería erronea, ya que se afirma en esta información que los acusados efectivamente ahorcaron a los perros, entre los que se encontraba una hembra preñada, ahorcamiento motivado porque los canes rompieron bolsas de basuras del barrio de los músicos. Al parecer una fuente más fiable, Diario Policial, se hacia eco de la noticia pero no he tenido acceso a la misma. 

La conclusiones que podemos sacar de este relato son dos: el maltrato animal sigue siendo un hecho real, presente en nuestras sociedades, una realidad de la que al parecer la ciudadanía esta cada vez más concienciada pero también es evidente la gran manipulación a la que nos podemos ver inducidos si atendemos a la superficialidad de los hechos y a la literalidad presentada en la rapidez de la red social. Si realmente deseamos la protección de la naturaleza, debemos preocuparnos por todas  las especies y desembarazarnos de la tendencia de proteger a aquellas que más ternura nos produzcan, como gatos, perros, primates o demás animales con mayor expresividad facial y por supuesto no entregarnos a las viscerales emociones y el sensacionalismo de una imagen pelada y mondada. 
La lucha por los animales merece mucho más de nosotros.

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