A continuación, mis compañeros Laura
Vivero, Laura Campos, Rocío Rocha, Rafael Pachón y yo os
presentamos una reflexión lo más sesuda de lo que hemos sido
capaces acerca del estado actual de los medios de comunicación, su
futuro y su papel en la sociedad.
Os animamos a su lectura, no porque lo
hayamos escrito nosotros, sino porque intentamos ver el asunto
planteado desde un prisma lo más crítico posible, sin dogmas ni
prejuicios que nos hagan posicionarnos a favor o en contra de ninguna
postura o actor presente en el gran debate acerca del devenir de la
prensa. Y si os interesa el tema, investigad, hay mucho escrito (como
es propio en la profesión periodística, muy tendente a mirarse el
ombligo, para bien o para mal) pues es un tema importantísimo para
una sociedad democrática e imprescindible para todo aquel que como
nosotros pretenda ejercer el noble arte de informar algún día.
Sacad vuestras propias conclusiones,
estas son las nuestras, nada más.
Fdo: Alfonso Torres.
Introducción:
El estado del periodismo; imperio de la
comunicación y reino de la información vieneresquebrajándose al
igual que los restantes estados-nación con el advenimiento de
laGlobalización, sacra para unos y demoníaca para otros, y de su
fiel escudero Internet. Pero no todas las grietas son negativas,
en algunas crece vida, pequeños hierbajos indiferentes para
muchos en el colosal edificio del periodismo pero que parecen haber
echado raíces y estar empezando a amenazar a los cimientos. En
mitad de la encrucijada, las preguntas son muchas: ¿caerá el
edificio dejando una yerma hondonada? ¿crecerá un bosque en
su lugar? O ¿convivirán el hormigón y las hierbas en perfecta
armonía?
Contexto
histórico:
La crisis económica ha terminado de darle la puntilla
al modelo social establecido, el llamado Estado del Bienestar,
puesto en cuestión desde los 80 pero que había venido sobreviviendo
con más o menos pericia y suerte en función del país.
Nacido en
la posguerra, el Estado del Bienestar buscaba satisfacer las demandas
sociales al alza tras el fin del conflicto mundial. A la par que
él comenzaba la Guerra Fría, que se desarrollaría con
movimiento penduleante entre la tensión y la distensión entre
los bloques comunista y capitalista a lo largo de 40 años.
En
los 60 nos encontramos con un EEUU absorbido por una guerra en
Vietnam más larga y dura de lo esperado y una URSS fuerte solo
de cara a la galería y cuya “alternativa” ya no era tan
creible para la ciudadanía occidental, al punto de provocar la
secesión del movimiento comunista entre los ortodoxos
soviéticos y los eurocomunistas del PCE, el PCF y el PCI a raíz
del golpe en Praga en 1968. Es en este contexto cuando los
estudiantes actúan por su cuenta, al margen de los partidos de
la izquierda radical y jaleados por el recién nacido movimiento
hippie. Es el mayo del 68 francés y su expansión a todo elmundo
occidental, con especial importancia en EEUU donde el movimiento
adquiere unos tintes marcadamente ecologistas y pacifistas.
La
crisis del petróleo pone en duda el modo productivo socialdemócrata
y la crecientemundialización en las siguientes décadas restará al
estado la soberanía necesaria para garantizar el mantenimiento
óptimo del Estado del Bienestar.
La década del 2000 se abre con
una bonanza y un boom tecnológico que hacen confiar en un
futuro idílico, donde incluso se condonaba la deuda externa a
África, bajo el manto del capitalismo capitaneado por el FMI y
el BM. Pero la burbuja estalló y con ella el sueño en 2008.
Las mentiras quedaron al descubierto. El resto de la historia les es
perfecta y dramáticamente conocida.
Marco teórico:
Herbert Marcusse,
perteneciente a la 1ª Generación de la Escuela de Frankfurt, nos da
la clave para comprender el papel real (que no el supuesto) de
la prensa en las democraciasliberales. En El hombre unidimensional
Marcusse expone que los sistemas de coacción social son en
plena democracia más eficaces que en sistemas autoritarios como las
monarquías absolutas o las dictaduras militares. A priori, esta
afirmación puede ser tachada de lunática, pero su contenido no
esta tan alejado de la realidad. A través del modelo de Estado
del Bienestar, el sistema capitalista logra no tan solo sobrevivir
sino inclusofortalecerse puesto que con las concesiones al pueblo
(sanidad, educación, etc.) consiguedesarticular los movimientos
anti-sistema e incluso integrarlos como parte del sistema, creando
un modelo político y social aparentemente plural y vendiéndolo como
la panacea frente al sistema socialista vigente en la URSS y
China. La alienación en estos casos es absoluta, pues los
detractores del sistema se convierten en sus defensores en el
mismo instante en que se pronuncian a favor de la falsa
pluralidad, que es ficticia pues bajo ningún concepto
determinados partidos o ideologías tienen posibilidades de acceder
al poder (véase el ejemplo de Salvador Allende en Chile) aunque
esa discriminación no serealiza de forma taxativa y explicita sino a
través de mecanismos mucho más sibilinos fundamentados en la
premisa: dar más a los que más posibilidades tienen. Asi se
conceden subvenciones en función de la representatividad en los
organismos oficiales, percibiendo más fondos los que más
votados o se aprueban leyes electorales que dividen el
escenario mediático para dar más visibilidad a los grandes
partidos. Se crea así un círculo vicioso dedesigualdad en el cual
se perpetúan determinadas opciones y reflotar un proyecto
político alternativo a los establecidos es poco más que una
odisea. Es por esto por lo que Marcusse elogia los movimientos
estudiantiles de los años 60, porque atacan a la estructura
general del sistema y no a alguna de sus partes, como hacen los
partidos comunistas y sindicatos de clase que se centran en los
aspectos económicos, y actúan al margen del modelo
establecido, perfectamente conscientes de que en los cauces de
participación el margen de maniobra para operar cambios reales en el
sistema son muy escasos.
Casos prácticos:
Precisamente, uno de esos cauces de
participación es la prensa. La ciudadanía se informa, opina,
critica, se queja, en definitiva, se comunica a través de los medios
de comunicación. Son conocidas por todos las secciones de
Cartas al director o Parlamento de los oyentes, y la influencia
de los ciudadanos en la prensa va más allá que mandar una carta o
hacer un comentario en la radio, en la teoría, la agenda
mediática la marca el grueso del pueblo pues un hecho es
noticioso cuando es de interés general. Pero esta teoría se
ve distorsionada por dos fenómenos. El primero, que la
alienación antes mencionada provoca que la ciudadanía se
despreocupe de los asuntos que le afectan y centre su atención
en otros mucho más triviales, algo que justifica la existencia
del deporte o el corazón en losmedios de comunicación. Es entonces
cuando debemos diferenciar entre asuntos del interés de la
ciudadanía y temas de interés para la ciudadanía, siendo los
últimos los verdaderamente transcendentales, y paradójicamente
los menos y peor tratados por la concepción que se tiene del
medio como una mera empresa que busca la rentabilidad económica.
Y esto nos conduce al segundo fenómeno, la pertenencia de los
medios. Nuevamente, en teoría, la prensa cumple una doble
función social en democracia: vigilar a los poderes (de ahí
que se le llame el cuarto poder) y cohesionar a la sociedad o alguno
de sus sectores. Sin embargo, la inmensa mayoría del sector
mediático es propiedad de los poderes a los que se supone debe
controlar. El primer sector, los medios públicos, pertenece al
Estado. El segundo sector, los medios privados, son controlados por
empresas multinacionales con multiplicidad de intereses en otros
campos económicos. Tan solo unínfimo porcentaje queda libre de esta
circunstancia, el llamado tercer sector, los medioscomunitarios o
ciudadanos.
Son precisamente estos medios los que realizan un
verdadero periodismo, fiel cumplidor de la responsabilidad
social que este tiene pues crea una comunidad en torno a ellos o
la cohesiona (el ejemplo de las radios comunitarias en África
es muy ilustrativo de ello) y a la vez actúa como garante de
los derechos de dicha comunidad, vigilando y fiscalizando a los
poderes, sometiéndolos a la crítica ciudadana. Esta última función
se resumen en: dar voz a los sin voz.
Con el desarrollo de
Internet, el tercer sector ve facilitada enormemente su labor y
surgen una explosión de páginas web que ofrecen una
información y visión alternativas. Ya no es necesario una gran
inversión para levantar un medio de comunicación, un hecho que
se vería reforzado con el nacimiento de la blogosfera, que
implica: una persona, un medio. Es entonces cuando llegamos al
momento actual, en el que el periodismo clásico afronta dos
dilemas: cómo hacer rentable la producción periodística en la red
y cómo afrontar el surgimiento y creciente protagonismo
mediático de los bloggeros o periodistas ciudadanos que
amenazan con desbancar a la prensa tradicional del trono del reino de
la información, minando su capacidad monopolística de
influencia.
El caso de Wikileaks sería
un ejemplo de estos medios alternativos que desacreditan a los medios
tradicionales. Con sus investigaciones, la organización dirigida por
Julian Assangeha puesto en entre dicho a los mass media por dos
flancos: el primero, demostrando que no cumple con su función
primigenia de vigilar a los poderes; el segundo, evidenciando los
viciados modos de hacer periodismo que actualmente están vigentes
cuyo principal error es la selección de fuentes, entre las que
priman las agencias de noticias y las gubernamentales, frente al
periodismo de investigación que es necesario siempre que sedesee
realmente conectar datos y alcanzar una perspectiva más global. A
pesar de la encomiable labor, Wikileaks afronta la gran
contradicción interna de exigir transparencia y democracia pero
no ejercerla en su entramado interno y a las teorías como la
deDaniel Estulin que la acusan de ser una tapadera de la
CIA para justificar la censura de la red por motivos de
seguridad.
Por contra, el artículo El momento
crucial analiza solo el dilema económico del periodismo y
no el moral, centra su prisma es las dificultades para hacer del
medio una empresa rentable y no en el hecho de que el periodismo
ya no lo hacen los periodistas ni los periódicos
convencionales, sino los ciudadanos y un sector crítico de los
profesionales de la comunicación. Esto es fácilmente
perceptible desde el punto y hora en que se hablaconstantemente de
nuevas tecnologías, de cierres y despidos aunque si hay un
apunte bastante certero: “Nunca ha habido una mejor época
para hacer periodismo escrito, y nunca ha habido una peor para
ganarse la vida ejerciéndolo”. Esta es la constatación de que el
auténtico periodismo se encuentra en los márgenes del entramado
mediático. Si bien es cierto, que tampoco el periodismo ciudadano es
la panacea los problemas de la profesión pues ahonda en el
intrusismo y en la desprofesionalización del oficio, si bien es
cierto que mejora sustancialmente en lo que a
multiperspectivismo ofertado al lector se refiere.
Conclusión:
En el texto presentado hemos intentado
lanzar luz sobre hasta que punto las grietas del edificio del
periodismo son profundas y cuán grandes las raices que entre ellas
crecen. Creemos que podemos afirmar que los problemas son graves pero
que a la vez el crecimiento de un periodismo alternativo está muy
avazado. Sin embargo, poco más se puede confirmar pues vivimos en un
momento de inflexión, de debate y de incertidumbre. El estado del
periodismo intenta interiorizar a los rebeldes que nacen dentro de
sus fronteras y minan su territorio, pero esa simbiosis entre unos y
otros está lejos de ser alcanzada. El tiempo dirá quién de los dos
bandos pervive en las sociedades democráticas o si una alianza es
firmada.
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