¿Es viable la sanidad pública española?


Introducción histórica
A raíz del comienzo de la crisis económica internacional en 2008, visible de la forma más clara con al quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, se desencadenan cientos de acontecimiento a un ritmo vertiginoso que sin lugar a dudas provocarán un cambio radical del mundo a medio plazo. Uno de dichos cambios es la puesta en duda de la viabilidad del Estado del Bienestar, el modelo económico y social iniciado tras la II Guerra Mundial en los países europeos occidentales y algunos otros y que garantiza a la ciudadanía determinados servicios básicos como la educación, la sanidad, la prestación por desempleo o las pensiones.
Este modelo supone una fuerte ruptura con el liberalismo imperante antes de las Grandes Guerras, que propugnaba la no intervención económica del Estado y la libre regulación de los asuntos económicos por parte del Mercado.
Con la crisis del petróleo en los 70, el modelo socialdemócrata comienza a ser cuestionado por un renacido neoliberalismo liderado por los conservadores Margaret Thatcher en Reino Unido y Ronald Reagan en Estados Unidos. Los partidos de centro-izquierda que construyeron y propugnaron el Estado del Bienestar pierden fuelle y sus principios comienzan a diluirse, como es visible en el Nuevo Laborismo de Tony Blair. Sin embargo, a pesar de los retrocesos que sufre en los años 80 y 90 (con la privatización de sectores clave de la economía), el Estado del Bienestar sobrevive con más o menos fuerza, dependiendo del país, sobre todo en lo referente a servicios sociales. La elección del demócrata Barack Obama en EEUU, con un programa con algunas propuestas socialdemócratas, incluso podría apuntar a una exportación a pequeña escala del Estado del Bienestar al centro neurálgico del liberalismo.
Pero la crisis económica despierta al fantasma del neoliberalismo que recorre la vieja Europa. El descenso brutal de los ingresos, especialmente en nuestro país a causa del elevado desempleo, hace que surja un nuevo problema: el pago de la deuda pública contraída en años de bonanza. Con los ingresos bajo mínimos, los abultados gastos fruto del mantenimiento del Estado del Bienestar se convierten en el punto de mira de las organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y europeas como el Banco Central Europeo (BCE).
Bajo el liderazgo de Alemania y Francia, dirigidas por los conservadores Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, la ideología neoliberal se extiende como la pólvora por la Unión Europa. Gobiernos socialistas, como el griego Papandreus, el español de Rodríguez Zapatero o el portugués de Sócrates, se ven abocados a iniciar la senda del ajuste presupuestario más tajante.
Las exigencias de los Mercados financieros por percibir en tiempo y forma los pagos de la deuda pública y las dudas de estos sobre los países más débiles dispara la prima de riesgo y lanza al precipicio a algunos de ellos, como Grecia, Irlanda y Portugal, que deben ser recatados por la Unión Europea y el FMI., que les imponen a los gobiernos nacionales duros planes de ajuste de obligado y puntual cumplimiento. La presión de los Mercados sobre determinados gobiernos llega a ser tal que en Italia y Grecia se ven obligados a cambiar sus ejecutivos vía express, sin consulta popular, por tecnócratas vinculados a los poderes financieros, Monti en Italia y Papadopoulos en Grecia. España y Portugal por su parte adelantan las elecciones ante la previsión de una situación similar, saliendo de ambos comicios gobiernos conservadores, Passos Coelho en Portugal y Rajoy Brey en España.


Situación actual: deudas y recortes
La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que el Sistema Nacional de Salud (SNS) español es uno de los mejores del mundo, sin embargo este reconocimiento no es suficiente para mantenerlo en pie. El SNS se enfrenta a un doble problema: el descenso de los ingresos de las administraciones pública lo condena a un fuerte recorte de su financiación y la deuda con proveedores (industria farmacéutica, empresas de tecnología sanitaria, etc) asciende a 15.000 millones de euros. Todo ello en un marco general de envejecimiento de la población que irremediablemente provoca un aumento en las necesidades sanitarias de la población.
Debido a la descentralización del Estado, son las Comunidades Autónomas las que tienen transferidas las competencias en sanidad y encontramos distintas medidas para solucionar o paliar los problemas.
Tras la victoria de Convergencià i Uniò (CiU) en las elecciones, Cataluña inició un duro plan de ajuste de todos los sectores públicos, incluida la sanidad, recortando en un 10% el presupuesto sanitario para 2011 con el objetivo de ahorrar 1.000 millones antes de que finalizase el año. Las medidas fueron iniciadas en el verano: reducción del 25% de camas, lo que implicaba un descenso de 1.000 camas sobre las más de 4.000 existentes, el cierre parcial de quirófanos y hospitales y una nueva rebaja del 5% a los sueldos de los trabajadores (el gobierno central ya redujo en otro 5% los sueldos de todos los trabajadores públicos). Ruiz Boi, Consejero de Sanidad de la Generalitat, justificaba estas medidas con el objetivo de “garantizar la viabilidad del sistema.”
Andalucía, gobernada por el Partido Socialista (PSOE), por su parte convocó subastas de medicamentos con el fin de ahorrar, según la Consejera del ramo, entre 40 y 200 millones al año en gasto farmacéutico. Estas subastas consisten en priorizar el uso de genéricos al ser la baza principal el principio activo del medicamento, algo que perjudica a las marcas.Sin embargo esta decisión paso por un cierto litigio legal al ser denunciada por el Gobierno Central, hasta que finalmente el Tribunal Constitucional permitió su puesta en marcha.
En Castilla-La Mancha, todas las alarmas se encendieron cuando su ejecutivo suspendió los pagos a las farmacias de la región. La Junta le adeuda al sector farmacéutico 113 millones. Para paliar la situación, De Cospedal, Presidenta de la región, permitió la libre entrada de capital privado en algunos de los hospitales más endeudados de Castilla-La Mancha. 
Recientemente, la Comunidad de Madrid ha anunciado una profunda reforma del sistema sanitario público con medidas tan polémicas como el euro por receta (que de hecho ha encontrado la oposición del Gobierno Central, que es del mismo signo político) o la externalización/privatización de la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud.
Esta misma situación se repite en todas las CCAA, donde las privatizaciones, recortes, endeudamientos, están a la orden del día. La gravedad es de tal calado que incluso ha provocado enfrentamientos entre las administraciones regionales, como el protagonizado en los meses finales de 2011 entre La Rioja y País Vasco acerca de cuál de ambas tenía la responsabilidad de atender las necesidades sanitarias de los ciudadanos de La Rioja Alavesa.
A esto hay que sumarle las recientes y contundentes medidas tomadas por el gobierno de la Comunidad de Madrid en materia sanitaria que han puesto al personal médico en pie de guerra.

Protesta en Sevilla en defensa de la sanidad pública. Fuente: Contrafoto21

Voces críticas
Como es natural, antes estas circunstancias, el estado de la sanidad se ha convertido en un tema de actualidad y ha enfrentado, por un lado, a los sindicatos y trabajadores contra las distintas administraciones, y por otro, a distintas posiciones ideológicas.
El ticket moderador introducido por el gobierno de Artur Mas, que busca combatir el “mal uso” de los usuarios del sistema, ha provocado una cascada de réplicas y alegatos desde muy distintos ámbitos.
Gaspar Llamazares, médico de profesión y Presidente de la Comisión de Sanidad en el Congreso en la anterior legislatura, afirmaba que el copago era “inequitativo y discrimina a la gente con enfermedades crónicas, peor accesibilidad al sistema o más baja renta”. El Presidente del Colegio de Médicos deCastilla y León, Díaz Villarig, lo calificaba de “insolidario” aunque reconocía las delicada situación financiera por la que atraviesa el SNS.
El trasfondo que se oculta en este debate acerca de la sanidad va más allá de ella y llega a las raíces mismas del Estado del Bienestar, sobre la conveniencia de mantenerlo o desmantelarlo.
El comportamiento de la ciudadanía es clave para posicionar la balanza hacia uno u otro postulado. El surgimiento del movimiento 15-M o las fuertes protestas organizadas por los sindicatos (la llamada Marea Blanca) contra estas medidas apunta a la necesidad y reclamación ciudadanas de mantener las prestaciones sanitarias y el Estado Providencia en general, pero una encuesta de Metroscopia afirma que un porcentaje mayoritario de los españoles afrontan los recortes con resignación y otro porcentaje considerable los ve necesarios.
Durante las protestas en Cataluña, en la que los trabajadores irrumpieron en el Instituto Catalán de Salud (ICS) o los estudiantes del MIR cortaron la Gran Vía barcelonesa, el Sindicato Médico Catalán y la UGT denunciaban la unilateralidad de los recortes, así como el estado de crispación existente en los hospitales ante la falta de medios y el consecuente aumento de las listas de espera. Precisamente estas son algunos de los errores cometidos por las políticas de recortes que denuncia el Portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez, que en su tribuna en El País decía: “una política que implique más a el personal en el propio sistema para que se sienta identificado y comprometido”. Es decir unos de los problemas del SNS es la desafección de los profesionales que trabajan en él, incentivándolos a marcharse a la sanidad privada. Algo parecido ya se apunta en el Informe Abril, fechado en 1991.
En el caso del recorte catalán, que es el que más polémica ha traído consigo, ya se habla de conflicto de intereses entre la sanidad pública y privada. Así lo exponen diversos medios como El País, que señalan que el Presidente del ICS de estar vinculado con la sanidad privada, de lo que se deduce su interés en disminuir la calidad de la pública para propiciar así un trasvase de usuarios de centros públicos a privados. Sombras similares se han cernido en el caso de Madrid sobre su Director General de Hospitales, Antonio Burgueño.
Estos indicios confirmarían las sospechas y acusaciones de sectores contrarios a los recortes y privatizaciones y desmontarían los argumentos que abogan por tales como únicos métodos para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario público.


Equilibrio y Reforma del SNS español
En los últimos años, en la opinión pública de países centrales y norteños de la Unión Europea, se ha venido gestando la idea de que los Estados del Bienestar de los países sureños están sobredimensionados en comparación con nuestra riqueza. Bajo esta idea, fomentado por determinados políticos para negar las ayudas o rescates a países en apuros para no pagar “la fiesta en el Sur”, se cimienta la obligatoriedad de los planes de ajustes dictados desde Bruselas. E incluso esa concepción de la realidad ha comenzado a calar en la ciudadanía de países rescatados como Portugal o la propia España. Sin embargo, algunos datos muestran realidades distintas. Según datos de la OMS, cada ciudadano español paga por la sanidad pública 1.500 euros anuales, frente a los 2.600 de los alemanes o los 2.100 de la media europea. El porcentaje del PIB español que se destina a sanidad es del 9,7, en Alemania del 11,6 y en EEUU del 17,4. Esto podría hacer pensar que la sanidad española es de peor calidad o cuenta con menos recursos que otras, sin embargo, nuestra esperanza de vida y otros parámetros demuestran, en palabras de la misma OMS, la gran calidad del Sistema Nacional de Salud en España. Esto significa que la sanidad pública de nuestro país es bastante rentable en comparación con otras. 


A pesar de ellos, distintos expertos como Marciano Sánchez, Javier Rey del Castillo o Abril Martorrel en su famoso informe abogan por una reforma del SNS que garantice una mayor rentabilidad. Según ellos, el mayor problema financiero del sistema sanitario no es el mal uso del ciudadano sino la excesiva burocratización del SNS, que provoca demasiados gastos administrativos y la existencia de cargos intermedios de funciones prescindibles. La financiación sanitaria también ve en el abultado gasto farmacéutico uno de los principales escoyos para sostenerse. Marciano Sánchez además propugnaba en su ya mencionada tribuna el cese de las privatizaciones, afirmando que son negativas tanto en materia económica como sanitaria, y Javier Rey va más allá y en su estudio destaca la necesidad de crear una nueva Ley General de Sanidad.
El Informe Abril al que hacíamos referencia merece, tanto por su contenido como por su historia, una mención destacada. Redactado por una Comisión del Congreso de los Diputados dedicada al análisis del SNS, sus resultados desvelaron profundas grietas estructurales en el modelo sanitario español. Para ello propusieron 64 medidas concretas para hacerlo viable, que atañían a la financiación, la gestión y la organización. Una de las más importantes era una mejor coordinación de los distintos servicios de salud a través de un Consejo Interterritorial con mayores competencias.
El carácter rompedor del informe lo condenó al ostracismo, siendo atacado por todas las fuerzas políticas del momento y guardado en el cajón sin debate alguno.

Conclusión reflexiva
Hemos podido comprobar a través de las fuentes y estudios consultados que el debate acerca de la sanidad no es un asunto exento de ideología. Este hecho dificulta diagnosticar los problemas que padece el SNS, que sin lugar a dudas los sufre, aunque parece ser que los más importantes (los de organización y gestión) están siendo relegados por los más urgentes (los de financiación).
El actual Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, abogó en el debate de investidura por un pacto de Estado en Sanidad. Este quizás sería el primer paso para la necesaria reforma del sistema de salud, un proceso en el que todas las fuerzas políticas y sociales dejasen al margen sus ideologías y mirasen solo en la viabilidad y sostenibilidad del sistema bajo tres valores esenciales, postulados por Marciano Sánchez: “accesibilidad, gratuidad en el momento del uso y excelencia clínica”. Sin embargo el camino emprendido por el ejecutivo del Partido Popular dista mucho hasta el momento de seguir esa senda marcada por su líder en el inicio de la legislatura, como demuestra la imposición del RDL 16/2012. 
Ni la izquierda ni la derecha están interesados en el desmonte de uno de los pilares claves del Estado del Bienestar. La izquierda porque si es incapaz de defender su modelo de Estado constatará los rumores que la acusan de debilidad política y social. La derecha porque no desea convertirse en la bestia negra privatizadora que saque a la calle a una ciudadanía indignada ante el ataque al que considera uno de sus derechos fundamentales.
Por otro lado, los datos y estudios nos confirman que el problema de fondo de la sanidad no se solucionará con recortes, sino con una reforma de arriba a abajo. España tiene un SNS rentable, viable y sostenible, admirado por otros países de Europa o Latinoamérica. Esto es extensible al resto del Estado del Bienestar, un modelo que demostró durante muchos años su capacidad para crear una economía sana y una sociedad equilibrada. Son muchos economistas como Alberto Garzón, Paul Krugman o Juan Torres los que defienden que otra salida a la crisis es posible y necesaria, pero esta solo será realizada a través de una reforma sistemica y estructural y la voluntad política imprescindible para llevarla a cabo. La Sanidad necesita reformas basadas en consensos, no recortes procedentes de decretos.

Los linenses ya no somos ciudadanos

Siempre las mismas caras en todos los frentes de lucha... (y no hablo de la clase política).

Es pisar suelo linense y embargarme una profunda tristeza. Tan solo llevo unos días aquí y la indignación y el hartazgo ya me inundan. ¿Cómo es posible encontrarse las tiendas y supermercados llenos pero las asociaciones y las calles vacías?
La Línea ya no es una ciudad, así como sus habitantes ya no somos ciudadanos.
Ser una ciudad implica tener un proyecto común, ser una comunidad, compartir ilusiones y esperanzas. Sin embargo, la ilusión y la esperanza hace tiempo que abandonaron estas tierras, la desidia y la discordia se han aposentando en nuestras mentes, vivimos en un continuo y fatal sálvese quien pueda.
Costo sangre, sudor y lágrimas lograr el apelativo de “ciudadano” en sustitución del de “súbdito”. Ser un ciudadano implica tener unos privilegios y unas obligaciones. Pero los linenses hemos mancillado el concepto de ciudadanía por partida doble. Ni reclamamos nuestros derechos ni cumplimos con nuestros deberes. No somos dignos de ser ciudadanos. Somos borregos.

¿Porqué no reaccionamos? Quizás no lo estemos pasando tan mal, quizás seamos unos cobardes.
Lo más lamentable no es que no tengamos remedio, sino que parece no molestarnos la situación, parece que estemos a gusto embarrados en nuestra miseria. No existe una prensa crítica que golpee las conciencias, nos gobierna una alcaldesa cobarde incapaz de enfrentarse a los poderes superiores. Hay un vacío de poder social absoluto, puesto que ni los medios ni los políticos actúan y asumen su responsabilidad. Y la ciudadanía no se empodera y toma las riendas. Por eso no tenemos ciudadanía en La Línea, tenemos un gran rebaño (con contadas excepciones, por supuesto).

¿A dónde vamos? A ninguna parte
¿De dónde venimos? De la corrupción y la irresponsabilidad
¿Dónde estamos? En un pozo sin fondo, en la ruina, en el caos...

La Línea no tiene solución, porque nosotros no queremos dársela.

Cuando todavía no estudiaba Periodismo...


Un viejo trozo de un trabajo de Segundo de Bachillerato que no me gustaría que se perdiese. Libre de copy-paster.

Introducción histórica:
Desde antiguo, la información y el conocimiento ha sido una posesión ambicionada y perseguida por unos y otros, ya fuese con la bondadosa idea de conocer o con la perversa avaricia de dominar.
Ya los primeros filósofos iniciaran sus propias odiseas en buscas del conocimiento y ya en la época clásica, sofistas y socráticos-platónicos-aristotélicos discutirán sobre conceptos tan abstractos pero tan importantes como la Verdad o el Bien, entre otros. Las bibliotecas de Pérgamo y Alejandría y las escuelas de Atenas son ejemplos tangibles de esta ansía por el conocimiento y la información.
Esto nos demuestra que no siempre ha habido la abundancia de información de la que disfrutamos ahora.
Esta búsqueda y almacenaje del conocimiento también será compartida por los amanuenses de los conventos medievales, pero mientras estos se encargarán de su claustramiento, serán los filósofos árabes los que se responsabilizarán de su profundización y difusión.
Es con la aparición de la imprenta y el resurgimiento de los conocimientos antiguos cuando se produce una primera explosión de información y conocimiento. Con la imprenta se facilitó la transmisión y con ella, una progresiva mayor cultura. Esto favoreció que el ansía de saber se extendiese a más mentes y de extractos sociales aún limitados pero algo más extendidos.
El definitivo boom que dará resultado a las actuales sociedades modernas y democráticas hunde sus raíces en las Revoluciones Francesa e Industrial, la primera al liberar el conocimiento y universalizar, o al menos intentarlo, la educación, y la segunda al dar, progresivamente, las condiciones sociales y tecnológicas para una difusión mayor y más veloz.
Fue en este contexto donde surgen los primeros periódicos (en Inglaterra: The Daily Courrant - 1702 y The Times – 1788 y ya en España, en el siglo XIX, surgen los periódicos Las Novedades – 1850, La Correspondencia de España - 1858, El Imparcial - 1867)
De aquí a la radio y la televisión y el mundo actual que nosotros conocemos y vivimos, hay un paso.

Comentario especial requiere Herodoto como padre de la historia pero en mi humilde opinión también del periodismo. Pues al fin y al cabo, que es el periodismo sino historia del presente. Herodoto relata los acontecimientos de su tiempo, las guerras médicas contra los persas, por lo que se puede afirmar sin parecer disparatado que el buen griego fue el primer corresponsal de guerra.


Las nuevas tecnológicas en la transmisión de información:
Antiguamente, ya hemos visto que la información era un bien escaso y codiciado cuyos dueños bien podían dominar a un buen número de la población, analfabeta e iletrada en su mayoría en aquellos tiempos. Sin embargo, la imprenta y posteriormente la abolición de la censura y la aparición con ella del periódico (primero en Inglaterra y más tarde en EEUU y Francia, desde la cual se extendería a toda Europa) permitieron una primera democratización de la información. Serían las nuevas tecnologías las que darían fruto a la segunda democratización de los medios a través de sus múltiples usos.

El más destacado de estos usos es la Blogosfera, la red de blogs. Este es un mundo demasiado nuevo para tener una historia propia y definida y todavía se estudia el impacto que ha tenido en la sociedad y en la comunicación, sin embargo a grandes rasgos un blog es una herramienta de fácil uso por cualquier usuario medio a través de la cual puede generar información con la misma rapidez y facilidad como cualquier web con dominio propio o perteneciente a alguna empresa.
Esto implica un cambio sin precedentes. Iguala las posibilidades de personas individuales o colectivos sociales al de grandes grupos mediáticos de enorme sostén económico.
Es ante el pujante mercado en Internet como surgen los periódicos digitales, la traslación online de la prensa escrita e impresa, aunque progresivamente es más frecuente encontrarse periódicos únicamente digitales, algo cada más comprensible debido al alto coste añadido que supone sacar una tirada en papel y el declive progresivo en la que esta forma de transmisión se encuentra.
Dicha crisis del papel ha hecho entrar en un periodo de cambio y reflexión al mundo periodístico y comunicativo debido al impacto tanto económico como social y político que esto implica.
La apertura de par en par y la neutralidad de la red han hecho posible el milagro de que miles de ideas distintas, otras formas, otras culturas inclusive puedan interactuar con el mundo sin ninguna cortapisa y con total libertad.

Características de la Sociedad de la Información:
La digitalización de la información gracias a los enormes avances tecnológicos del siglo XX y principios del XXI creo una sociedad distinta cuyas características fundamentales son diez:

  1. Exuberancia
  2. Omnipresencia
  3. Irradiación
  4. Velocidad
  5. Multilateralidad/Centralidad
  6. Interactividad/Unilateralidad
  7. Desigualdad
  8. Heterogeneidad
  9. Desorientación
  10. Ciudadanía pasiva







El Periodismo, la profesión de la Sociedad de la Información:
El periodismo es con total probabilidad la profesión que se encuentra en más en contacto con la nueva Sociedad de la Información, configurándose en pieza clave de su sostenimiento y del de las sociedades democráticas tal y como las conocemos al brindar informaciones en un Mundo Global y globalizado. De ahí que su estudio y el saber cómo trabajan estos profesionales sea fundamental para poder entenderlos a ellos y a la sociedad.

Para cumplir con su cometido, el periodismo debe ser independiente de los poderes políticos, económicos y de cualquier índole. Esta independencia le conferirá de una importante influencia que dará origen a la expresión “cuarto poder”, refiriéndose al periodismo como un elemento de control de los otros poderes del estado.
Dicho control se lleva a término a través del relato objetivo de la actualidad, pero ¿qué es la acualidad? Diversos estudiosos la definen de estas maneras: para Lorenzo Gomis, la actualidad sería el presente que envuelve y sirve de referencia a la sociedad, una mucho más sencilla es la de Lucrecia Escudero, que define a la actualidad como la narración de los sucesos en los medios, sin embargo, Berger y Luckman contrargumentan que los medios se encargan de la construcción social de la realidad y ostentan ese rol pero esto no implica que la única realidad existente sea la que aparezca en los medios, estos solo difunden una parte de dicha realidad.

- Dentro de la actualidad encontramos varios tipos:
Sincrónica: sucede en el mismo instante en que se difunde.
Reciente: sucede en el mismo día en que se difunde y puede ser de último momento o diaria.
Prolongada: esta actualidad esta compuesta por hechos abordados como un proceso, no una noticia aislada, sino algo más complejo y extenso.
Permanente: es la actualidad que por su temática o naturaleza, siempre interesa al público.
También existe la no-actualidad. Son aquellos hechos que dejaron de ser ese “presenten envolvente de referencia para la sociedad” pero que en el pasado lo fueron.


- Las escuelas, modelos y estilos del Periodismo:
Las escuelas más antiguas del Periodismo son dos:
La de Frankfurt, de ideología comunista y carácter crítico-especulativo.
La de Chicago, de ideología capitalista, de carácter empirista-funcionalista y la predominante hoy día.


- Los modelos esenciales dentro del Periodismo son:
El modelo informativo interpretativo. En él, la noticia y la opinión están claramente separadas y se caracteriza por el tono impersonal, la sobriedad, el racionalismo y el distanciamiento con los acontecimientos.
El modelo popular sensacionalista. En él, se prima el entretenimiento, la apelación sentimental es un constante y noticia y opinión tienen límites desdibujados.


- El estilo periodístico se resume en dos máximas de origen anglosajón:
La regla de las 6 W, que expone cuales son los datos fundamentales que toda noticia debe contestar respecto a un hecho: qué, quién, cuándo, dónde, porqué y cómo.
La pirámide invertida, que consiste en la disposición que dichos datos deben tener dentro de la noticia, estando lo más relevante o base al principio y lo anedótico o pico al final del escrito periodístico.
Además en este apartado se puede incluir al lenguaje periodístico, cuyas características se resumen en la máxima de las 3 C: claro, conciso y concreto.


Medios de transmisión de la información:
La Comunicación es el proceso por el cual la información llega desde un emisor o fuente hasta un receptor o público. Toda esta sociedad no sería posible sin la comunicación instantánea desde puntos cardinales muy lejanos.
En esa comunicación encontramos tres fases o elementos, la fuente, el canal y el público. La fuente produce la información, el público la recibe mientras el canal es el enlace a través del cual se transmite ese mensaje informativo.
- El canal o medio de transmisión puede ser de dos tipos:
Alámbrico o guiado, como el cable de cobre y el fibra óptica.
Inalámbrico o no guiado, como la radiotransmisión o el satélite.


Conclusión reflexiva:
Sin embargo, estos son los medios de transmisión técnicos, dentro de los ordenadores, encontramos decenas de formas de transmisión, desde los buscadores hasta las redes sociales, pero todos ellos solo hacen una cosa, seleccionarnos una parte del gran hipertexto que esta colgado en Internet. En el hipertexto, todo tiene cabida, desde imágenes, videos e infinitos textos, hasta enlaces a otras páginas y lo más importante, la interactividad con el espectador.

Esta espectacularidad ha hecho que los medios tradicionales intente imitarlo, dejándose por el camino el rigor, lo importante en beneficio de lo interesante y la imagen en sustitución del texto explicativo e interpretativo, provocando una bifurcación en el periodismo:
- Un periodismo que roza al sensacionalista, con falta de trabajos originales, con agendas impuestas a los periodistas por empresarios o políticos, con las fuentes oficiales como recurso preponderante y con imágenes y material escalofriante que apela a los sentidos.
- Por otro lado, un periodismo interpretativo, cuyo objetivo es dar a conocer las dimensiones, antecedentes, consecuentes, todo de un hecho, creando agendas más imaginativas y propias, desconfiando de las notas de prensa oficiales y que prima la explicación e información de un acontecimiento a la simpleza de una imagen brutal y sentimental.