Este mundo es subrealista

Hoy toca reflexión nocturna tras escandalizarme una vez más al escuchar el informativo de la radio, un elemento comunicativo que, ya puestos a escribir, me atrae cada vez más por su sencillez y por la profunda compañia que da. 

Tras anunciar que son las dos de la madrugada, la radiofonista lanza cuatro noticias, tan solo cuatro, pero me han parecido una radiografía de éste mundo que nos ha tocado vivir, no se sabe aún si por suerte o por desgracia.

La primera eran unas declaraciones de Ruiz Gallardón, Alcalde de Madrid, en las que comentaba que "las elecciones deberían haberse adelantado aún más para iniciar la senda de la recuperación económica bajo el principio de sacrificio" y bla, bla, bla. La típica berborrea política cuyo interés informativo y humano veo nulo; uno porque forma parte de una estrategia política muy concreta diseñada a conveniencia del PP, dos porque esas mismas declaraciones ya las hizo Arenas (otro dirigente del PP) y Rajoy hace un tiempo y tres porque dichas declaraciones, como todas las del PP, son un atentado flagrante contra el Estado del Bienestar que es junto con el Pueblo el gran perjudicado de la crisis. Y encima de eso se permiten el lujo de decir que "hay que sacrificarse por el bien del país" y por la dichosa recuperación. Vamos, en resumidas cuentas, que ya ni se molestan en disimular, si entra el PP en la Moncloa, hagamos nuevos agujeros al cinturón porque nos lo vamos a tener que apretar como nunca (como si no nos asfixiase bastante ya). 

La segunda noticia eran otras declaraciones, esta vez de la Directora del Fondo Monetario Internacional, Chirstine Lagarde, de nuevo hablando de la crisis. Pero en ésta ocasión decía que no se debe embotar el Mercado ni poner trabas a la recuperación económica con la deuda de los paises y el debate de su solvencia. Aquí, no me suena rara la declaración en sí, sino todos y cada uno de los términos utilizados (aunque la frase no es literal). Para empezar, lo de Fondo Monetario Internacional simplemente me mata. Para empezar, porque delegar las cuestiones económicas internacionales a este organismo implica transformar a la ONU en un mero jarrón decorativo, que por cierto, si se cae y se rompe, tampoco le importa a nadie. Y continuando porque esta organización maquiavélica por no llamarla directamente inhumana se dedica a analizar la macroeconomía, buscando siempre el beneficio del Mercado y la supervivencia del Capitalismo sin importarle tres pimientos si las personas sufren o no. Luego está el detalle de la deuda. Un país ¿cómo puede permitirse el lujo de tener deuda? En nuestras casas, cuando alcanzamos esa situación se nos viene el mundo encima, procuramos salir de ella inmediatamente porque de no hacerlo corremos el rápido riesgo de entrar en una lista de morosos, de ser embargados o directamente desalojados si la deuda que tenemos es la letra de la hipoteca. Pero los paises no, ellos viven en mares de números rojos, números rojos que son de todos por cierto, y aquí no pasa nada, porque con encasquetarla en el Mercado ya vale. Quizás mi visión sea simplista, pero yo lo único que veo es esto y que con la endemoniada deuda lo único que hacen los gobiernos es trinchar la Soberanía, la Constitución y la Democracia y servirsela en bandeja a los tiburones de Wall Strett, los cerdos del FMI y las viboras del Banco Mundial. 

Y por último la tercera noticia, la más humana y curiosamente la más cruda. Todos me preguntaréis dos cosas ¿puede haber algo más crudo que lo relatado anteriormente? y ¿dónde está la cuarta noticia? Bueno, la cuarta noticia carece de interés para está reflexión, y en cuanto a la primera cuestión la respuesta es sí, existe algo más inadmisible que la corrupción y el saqueo a escalas internacionales, sí, la muerte fruto de la pobreza extrema que sufren en sus paises. ¡Qué ironía! En un mismo noticiario se cruzan causas y consecuencias, pues mientras unos se frotan las manos con la "recuperación" y otros paparuchean sobre elecciones, existen seres humanos, como usted y como yo, que mueren de diarrea en Somalia. 180 personas concretamente, una cifra a falta de ciento ochenta nombres, ciento ochenta vidas que se ven truncadas por el egoismo planetario de unos pocos y la desidia ignorante e indiferente de unos bastantes. 


Y es que este mundo es subrealista, y sí, he usado el término correctamente porque lo ha acuñado un servidor. Sub- significa por debajo de, y esta realidad esta por debajo de lo concebible bajo parámetros humanos, simplemente humanos. Porque esas muertes son inexplicables y sin embargo todos sabemos perfectamente quiénes son sus culpables y cuáles son sus móviles: los tiburones de Wall Strett, los cerdos del FMI y las viboras del Banco Mundial en busca de saciar su apetito avaricioso en una cadena de sin sentidos que nadie quiere ni sabe parar.

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