Kosovo, nuevo vecino de Europa

Banderas de Serbia y Kosovo.

El pasado domingo 17 de febrero pasará a la historia como Fiesta Nacional de Kosovo por su declaración de independencia respecto a Serbia. Este acontecimiento se ha visto provocado por las grandes diferencias étnicas que existen entre ambas zonas. Mientras en Serbia convive la comunidad serbia dominante del país y su capital, Belgrado, con escasa o nula participación kosovar, Kosovo esta habitado por un 90% de población de origen albanés. Esta gran diferencia provocó la guerra entre ambas comunidades en 1999 en el territorio de Kosovo, obligando a la OTAN y a la ONU a intervenir en la región para mantener la paz.

Tras finalizar el conflicto Kosovo quedó bajo administración y control de la Naciones Unidas mientras se mantenían infructuosas negociaciones en Prístina y Belgrado para permitir volver a la normalidad al país balcánico. Sin embargo, tras nueve años de intransigencias múltiples de Belgrado e importantes exigencias de Prístina, ha ocurrido lo inevitable a estas alturas; la independencia de la provincia serbia que Belgrado trataba antaño de colonia y ahora reconoce su carácter sagrado para su nación y su pueblo; pues Kosovo esta plagado de iglesias y monasterios de la religión ortodoaza, mayoritaria en Serbia y esta ha sido uno de los principales argumentos que ha utilizado Serbia para reclamar su soberanía sobre Kosovo.

Situación geográfica de Kosovo. 

La independencia kosovar ha provocado grandes tensiones y desacuerdos internacionales, posicionando una vez mas a Rusia y a Estados Unidos en bandos contrarios, Sin embargo, a pesar de que los mayores elogios desde la población albanokosovar han ido a parar a Washington, es la UE quien ha apoyado desde el principio a la ex-provincia serbia y será la Comunidad del Viejo Continente la que sustente y asesore al joven estado en importante proceso que se le presenta a continuación. El posicionamiento de Bruselas no ha sido ni mucho menos consensuado, pues hasta seis países de ls veintisiete miembros se han alineado junto a Rusia y Serbia contra a independencia de la provincia de este último. España, Grecia, Chipre, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia han solo los princopales baluartes europeos contra la decisión principalmente aprobado por Francia, Reino Unido, Alemania e Italia seguida de muchos otros.

La decisión de estos seis miembros se ha debido a conveniencias internas, pues todos ellos sufren de territorios que aspiran, como Kosovo, a ser estados independientes. Como todos sabemos, nuestro país sufre de los movimientos independentistas de catalanes y vascos, que de cuando en cuando provocan fuertes polémicas. Sin ir más lejos, el Gobierno de Euskadi ha apoyado a Kosovo en su decisión y lo ha calificado de ejemplo a seguir, además el Gobierno de Cataluña ha recomendado a España que reconozca a Kosovo como estado soberano e independiente para no quedar atrás con respecto a los grandes de Europa.

Países que han reconocido a Kosovo como estado soberano. 

Kosovo se enfrenta ahora al reto de la independencia, pues este hecho maravilloso y muestra de libertad es además de un aumento de competencias y derechos del pueblo, un aumento de los deberes y trabajos que el pueblo kosovar y su gobierno deberán asumir para lograr avanza, algo que no tendrán nada fácil. La región se enfrenta a un paro que afecta a más del 50% de la población, a un PIB (producto interior bruto) diez veces inferior a la media europea y a una creciente inestabilidad socio-política por culpa de la violencia manifestada por la minoría serbia del nuevos país. 

Y ante todo esto y para acabar, un servidor opina que: 

Compañeros independentistas, si vuestros compatriotas del Pueblo os apoyan, si la ciudadanía lo desea, luchad hasta el último aliento, pero siempre de manera pacífica por la Independencia y la Libertad. Que vuestro fin sea siempre la Libertad, la Igualdad y la Justicia y no la revancha o la venganza.