La Asamblea de Estudiantes se muestra a favor del #ParoFCom


El pasado 20 de febrero, la Delegación de Alumnos convocó a todos los estudiantes a una Asamblea de Facultad. La asistencia entre ambos turnos apenas superó el centenar y medio de asistentes a pesar de las constantes llamadas de participación realizadas desde las redes sociales.

El punto más importante que se discutió fue la posible organización de un paro académico en el ámbito de la Facultad. La Delegación expuso que en un encuentro entre profesionales, profesores y alumnos de varios meses atrás, surgió la idea de celebrar unas jornadas reivindicativas de las profesiones comunicativas con la Fcom como punto neurálgico, haciéndolas coincidir con un parón de las clases y los medios. Sin embargo, ninguno de los tres sectores participantes se había implicado especialmente en la tarea organizativa, por lo que la Delegación traía a la Asamblea este punto para intentar resucitar la idea o abandonarla definitivamente. Algunos compañeros mostraron su disconformidad con un paro dado el caos y la desinformación que reinó en el anterior. Sin embargo, una mayoría de al menos tres cuartos aprobó la iniciativa, a condición de formar una comisión de trabajo que organizase las jornadas y de volver a pasar el punto por Asamblea para la convocatoria definitiva del paro Fcom.
A pesar de su importancia y calado, el último punto de la Asamblea verso sobre la LOMCE y el informe con propuestas para la reforma universitaria elaborado por la Comisión de Expertos nombrada por el Ministerio de Educación hace unos meses. La Delegación explicó muy brevemente el contenido de la LOMCE y como el artículo 38 de esta Ley era clave para la Universidad pues permitía la creación de pruebas de acceso distintas para cada institución. Sobre el informe, someramente expuso que suponía un cambio radical en la Universidad .

Previo al posible paro y las reformas educativas, la Delegación trajo diversos asuntos cotidianos. Tras presentar un rutinario informe sobre la gestión de los últimos meses, se explicaron brevemente los gastos del Consejo de Alumnos de la US (CADUS). Sin entrar en grandes detalles dado que la Delegación justificaba que habían sido publicados en las redes días antes, se dieron algunas cifras generales sobre la utilización de los recursos del CADUS, tales como que en 2012 el Consejo gastó un total de no más de 30.000 €. Sin gran debate por los asistentes, se aprobó por mayoría la dación de cuentas.
Tras esto se expusieron los gastos de 2012 y el presupuesto para 2013 de los recursos económicos con los que cuenta el Área de Alumnos (Delegación y Aula de Cultura). En 2012 se gastaron 1.400 euros, destinado entre otras acciones al sorteo de fotocopias (200 €), la confección de pancartas o la compra de materiales necesarios para los nuevos talleres de Cultura. Llamó especialmente la atención, e incluso las quejas de algunos, los 160 € de la adquisición de un megáfono y una urna. Los fondos sobrantes, otros 1.400 €, irán destinados a la mejora de los medios audiovisuales en concepto de donación del Área de Alumnos a la Facultad, tal y como afirmaron sus responsables en una pasada Junta de centro.
En cuanto al presupuesto, cuyo montante total tras un nuevo recorte asciende a 2.800 €, se repartirá en cinco partidas. La primera, de 1.000 €, para talleres del Aula de Cultura. La segunda, de 600 €, en actividades tales como concursos, jornadas, charlas, congresos, reuniones, etc. La tercera y cuarta, ambas de 500 €, irán dirigidas a proporcionar pequeñas ayudas económicas a los alumnos de la Fcom. Unas para colectivos, asociaciones o medios que la soliciten y otras para sustentar sorteos de material u otras posibles minibecas. La última y más reducida, de 200 €, se dedicará al mantenimiento del Área de Alumnos (material informático, de oficina, etc). Unos compañeros de Máster manifestaron su disconformidad con la distribución de los presupuestos, dado que su escasa concreción dificultaba la fiscalización de los recursos por parte de los alumnos. La Delegación justificó esta circunstancia en que los gastos en el Área son sobrevenidos, es decir, no hay posibilidad de planificarlos minimamente pues depende muchos de las circunstancias (más o menos número de protestas) y la participación (en lo referente a los talleres y actividades). Sin embargo, ante los recelos de algunos, la Delegación animó a todos a acudir a su oficina siempre que quisieran para consultar las facturas que estimasen oportunas, además de que se publicaban los gastos con cierta regularidad en su blog.
La Asamblea dio un amplio visto bueno tanto a la dación de cuentas como a los futuros presupuestos.

El ecuador de las reuniones se dedicó a qué hacer con los objetos perdidos acumulados en el Área de Alumnos. Sorprendentemente fue el punto que más debate y propuestas de los asistentes generó. Aunque la Delegación presentó en un primer momento que se vendiesen y los fondos se destinasen a algún fin solidario, la Asamblea finalmente dictaminó que la mayoría de ellos fuesen utilizados en un pequeño mercadillo organizado por la Delegación, cuyo pago serían kilos de alimentos y el resto se donasen a una entidad benéfica.
El punto que menos visibilidad tuvo fue el referente a la creación de la Asociación Sectorial de Estudiantes de Comunicación. La Delegación expuso que desde la Universidad Carlos III de Madrid se remitió la idea de crear por fin una asociación de este carácter, que aglutinaría a las delegaciones de los centros españoles que imparten alguna carrera de Comunicación. Los compañeros de la Asamblea recibieron con optimismo la noticia, dado que podría ser una herramienta útil para la defensa de la profesión. Sin embargo, instaron a la Delegación a que antes de construir la sectorial nacional, se constituiría una andaluza. Y a que dicha sectorial se comprometiese con la Universidad Pública y Democrática, no admitiendo a centros privados y organizándose de la forma lo más democrática y transparente posible. Todo ello como ruta de trabajo para los delegados de la Fcom, puesto que la entrada definitiva aún debería ser refrendada por la Asamblea.

Excepto por algunas discusiones entre la Delegación y determinados compañeros en la Asamblea de tarde, ambos turnos se desarrollaron con normalidad y tranquilidad, caracterizados por la baja asistencia pero considerable participación de los que sí fueron, y el cierto nerviosismo que los delegados más novatos evidenciaron.  

Filosofía pone en duda el teatro tradicional

El Aula de Cultura de la Facultad de Filosofía cierra su Semana Cultural con la obra de teatro Rosebud. 

Publicado en el nº O de El Megáfono de la FCom

El elenco de actores saludando al público. Más fotos en El alfeizar de la Atalaya.
Hay cultura en la Universidad de Sevilla más allá del CICUS. Lo demuestran día a día las Aulas de Cultura, que con más imaginación que recursos acercan a los universitarios otra formas de ver y entender el mundo y la vida.
La última en hacerlo ha sido el Aula de Cultura de las Facultades de Filosofía y Psicología, que con su obra teatral Rosebud te espera, ponía el colofón a su Semana Cultural. Historias disparatadas, personajes dislocados y patéticas escenas componían una obra única. Toda escenificación tiene cierto grado de irrepetible pero esta, por más que lo desease el reparto, es imposible de volver a realizar puesto que todo era un gran ejercicio de improvisación. A lo largo de dos horas, los seis actores teatralizaron sin más guión que su imaginación, con un único patrón claro, el tiempo. Cada diez minutos aproximadamente un silbato sonaba y marcada el fin de una escena y el comienzo de la siguiente. A pesar de la inconexión entre ellas, todas las escenas tenían inicio, desarrollo y final y por tanto de todas podía sacarse una interpretación, la que al espectador le placiese.
Este era el objetivo, según nos relató Luis Sosa Berlanga, del Aula de Cultura. Hacer partícipe al público en el espectáculo, de forma que cada espectador vio algo distinto a los demás. Así pues, Rosebud te espera supuso una forma innovadora de romper con los esquemas tradicionales del teatro, la ruptura de la cuarta pared llevada a su máximo apogeo. Esto entra en conexión con el Teatro Invisible, una vertiente del Teatro del Oprimido desarrollado por Augusto Boal. Un teatro que no parece teatro, que da libertad a los actores para expresarse con naturalidad con el público. Y aunque los, lamentablemente, escasos asistentes quedaron petrificados por la incertidumbre, a la espera de un nudo gordiano que uniese tantas locas escenas, las carcajadas abundaron.
Rosebud te espera, un mes de preparación por parte de jóvenes filósofos cuya recompensa ha sido la puesta en tela de juicio de los esquemas teatrales imperantes. Una obra generadora de dudas entre los espectadores pero ¿acaso no es la duda metódica lo que hace avanzar a toda ciencia y arte?