Obsérvese el cambio tan radical de chaqueta de Rosa Aguilar, que pasa de una chaqueta roja con Llamazares a una rosa con Griñan. Fuentes de las fotografias: público.es y elconfidencial.com |
La actual consejera de Obras Públicas y Trasportes de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, chaquetera donde las haya, ha visitado nuestra comarca, el Campo de Gibraltar, sin pena ni gloria junto con el presidente de la Junta de Andalucía.
Como si de una escurridiza babosa se tratase, Rosita Aguilar ha entrado y ha salido indemne de su primera visita oficial a nuestra tierra. Sin mácula como si ella fuese una moderna Virgen María, la chaquetera oficial del Reino de España no fue reprendida por sus excompañeros de Izquierda Unida al salir a la luz pública por estos lares.
Y es que la cobarde consejera se guarda muy mucho de salir a la calle, no sea que se encuentre con alguien con mayor catadura moral que ella (algo bastante fácil) y le ponga los puntos sobre las ies respecto a su comportamiento tránsfuga y a su traición a IU.
Un servidor soltó sapos y culebras por la boca cuando me enteré de que Rosita Aguilar había estado cerca mía y yo no había tenido la oportunidad de dirigirme a ella para soltarle cuatro cosas bien dichas.
Y la pregunta lógica ante tal acérrimo y férreo ataque es: ¿qué te ha hecho esta mujer? Pues la respuesta es simple.
Rosita Aguilar era hasta hace bien poco alcaldesa de Córdoba por IU, teniendo en sus manos la única alcaldía de capital de provincia de toda España que tiene IU. Esto en realidad es lo de menos. Lo de más, es que su voz, a pesar de ser monárquica y prosocialista en un partido republicanísimo y eurocomunista, era muy respetada y admirada, tanto por nosotros, los simpatizantes y militantes de base de IU como por muchos (aunque no todos) líderes de la coalición, entre ellos, Gaspar Llamazares, que llegó a llamarla "la jora de la corona de IU". Y sin embargo, todo ese mérito y respeto lo tiró por la borda de un día para otro. Abandonó nuestra coalición para, en lugar de reflexionar sobre sus ideas y proyectos, meterse de cabeza en el nuevo gobierno andaluz de José Antonio Griñan, sucedáneo de Manuel Chávez y actual presidente de la Junta de Andalucía.
La nula vergüenza, honradez y honestidad de Rosita Aguilar es tal, que al Coordinador Federal de IU, Cayo Lara, le comunicó su marcha por un mensaje de teléfono, no tuvo la decencia ni la valentía ni si quiera de llamarle.Y es que la cobarde consejera se guarda muy mucho de salir a la calle, no sea que se encuentre con alguien con mayor catadura moral que ella (algo bastante fácil) y le ponga los puntos sobre las ies respecto a su comportamiento tránsfuga y a su traición a IU.
Un servidor soltó sapos y culebras por la boca cuando me enteré de que Rosita Aguilar había estado cerca mía y yo no había tenido la oportunidad de dirigirme a ella para soltarle cuatro cosas bien dichas.
Y la pregunta lógica ante tal acérrimo y férreo ataque es: ¿qué te ha hecho esta mujer? Pues la respuesta es simple.
Rosita Aguilar era hasta hace bien poco alcaldesa de Córdoba por IU, teniendo en sus manos la única alcaldía de capital de provincia de toda España que tiene IU. Esto en realidad es lo de menos. Lo de más, es que su voz, a pesar de ser monárquica y prosocialista en un partido republicanísimo y eurocomunista, era muy respetada y admirada, tanto por nosotros, los simpatizantes y militantes de base de IU como por muchos (aunque no todos) líderes de la coalición, entre ellos, Gaspar Llamazares, que llegó a llamarla "la jora de la corona de IU". Y sin embargo, todo ese mérito y respeto lo tiró por la borda de un día para otro. Abandonó nuestra coalición para, en lugar de reflexionar sobre sus ideas y proyectos, meterse de cabeza en el nuevo gobierno andaluz de José Antonio Griñan, sucedáneo de Manuel Chávez y actual presidente de la Junta de Andalucía.
Hoy, Rosita muy probablemente cobra mucho más como consejera que siendo alcaldesa de un partido integro que no roba a personas con ofertas económicas ni cargos públicos, como sí hace un partido socialista de cuyo nombre no quiero acordarme.
Para colmo, dicen las malas lenguas socialistas que el siguiente al que comprarán será a Llamazares, afortunadamente para la verdadera izquierda, los locos como nosotros, ni nos vendemos ni nos entregamos, ¡resistimos!
Fuente del montaje: lacomunidad.elpais.com