Violentas y manipuladas elecciones, enfrentamientos políticos, crisis económica y energética, amenaza de recesión, separatismo y terrorismo, aumento de la energía nuclear, revolución e imperialismo, cambio climático y la sombra de una guerra olvidada demasiado pronto.
¿Se repite la historia de la década de los 30?
Los últimos meses, los titulares de prensa han sido cada vez más pesimistas y el sentimiento ha resultado contagioso, pero la verdad por negra y dura que sea no es menos válida.
Fuente: Juventud Rebelde |
Esta es la crónica de un planeta resquebrajado en demasiados pedazos:
- Para empezar, las abrumadoras imágenes que nos llegaban de Birmania, tales como las agresiones a monjes budistas que se manifestaban de manera pacífica contra la dictadura militar impuesta en el país, el asesinato de periodistas y el encierro de manifestantes, todo ello protegido y ocultado por una China expansionista y dictatorial con interés en los recursos de la región.
- La siguiente puñalada a la Tierra provenía de Rusia, un país aún sumergido en la más férrea de las dictaduras, con una izquierda opositora aplastada y un pueblo ciego y sordo a las advertencias. El nuevo Zar, Vladimir Putin, arropado por su apariencia de demócrata y sus amenazas a Europa de cortas las vías de combustible, se ha apoderado del país y sigue llevando terror y opresión no sólo a los ciudadanos sino también a las repúblicas caucásicas y de Europa Oriental, donde mantien su presión y mala influencia.
- La situación en la no mal denominada franja de Gaza europea, Kosovo, empeora por días. Belgrado, amparado por el poder de Rusia; la nueva potencia fascista, se niega a aceptar la única manera de solucionar el conflicto: la independencia de Kosovo. Europa y Washington se esfuerzan en que no estalle una guerra en una zona tan turbulenta como Los Balcanes. Por otro lado, Bosnia está paralizada por la división étnica que azota al país y que peligra con estallar si se le intenta meter mano.
- Otro territorio turbulento es Pakistán, donde el inicio de una guerra civil parece cercano si no se toman las medidas oportunas. El asesinato de Benazir Bhutto, la líder opositora demócrata del PPP (Partido Popular de Pakistán), los constantes ataques terroristas de Al-Qaeda y la dictadura militar del general Pervez Musharaf que ataca a las libertades fundamentales y la separación de los tres poderes evitan la transición democrática en el país y azotan a un estado con capacidad nuclear y serios problemas con la India y Afghanistán.
- Las elecciones en Kenia han sido un auténtico reguero de sangre en un país cuya economía empezaba a levantar cabeza estos últimos cinco años. Los comicios entre dos partidos opuestos han hecho estallar las diferencias raciales que existían entre la población keniata y cuyos conflictos llevaban años enteros en ebullición.
- Por último, el tedioso tema de la franja de gaza ocupa de nuevo metros y metros de titulares en la prensa. La situación actual, aunque EEUU se esfuerce en ocultarlo, es pésima y los conflictos armados entre Israel y Palestina no parecen vislumbrar su horizonte. El último acto ha sido la apertura de la franja de Gaza con su frontera hacia Egipto, acabando con el bloqueo israelí, que ya duraba más de seis meses y que ha dejado a Gaza como un fantasma moribundo, sin recursos básicos, tales como la medicina o los alimentos, ni combustible, convirtiendo su hogar en su propia cárcel.
Estos sucesos, aunque lejanos, nos afectan más de lo que creemos en nuestras vidas cotidianas, a corto, medio y largo plazo, pero si injusticias como las descritas se permiten, acabarán dañándonos, quizás hasta un punto irreversible. Y aunque parezca mentira, nuestra opinión y voz cuentan, y unidas pueden ayudas a los desamparados que sufren tales atrocidades Al igual que estas, existen muchas situaciones que la humanidad en su conjunto tiene la obligación de solucionar.
No permitas las injusticias, algún día podría ser a ti a quien afectarán.